Niños
El Domingo por la tarde salí a dar un paseo y a ver a unos amigos. Mientras andaba por la calle me crucé con una niña rubita en un triciclo. Cruzamos nuestras miradas y ella no dejó de mirarme mientras nos acercábamos cada vez más. Al final me sacó tímidamente la lengua cuando estaba casi a su altura. La devolví el gesto, yo también se la saqué. Ella sonrió y yo seguí caminado.
Más tarde ya con mis amigos sentados en la plaza del Ayuntamiento, apoyados en San Andrés, ví a una niña negra jugando sola por la plaza con un trozo de papel higiénico en la cabeza y con mucho coleteros y trenzitas en el pelo. Luego estuvo empujando una caja y jugando con ella. Al final llegó otro niño y ambos se fueron en bici tras dar un par de vueltas a la plaza.
El Lunes mientras esperaba el tren había un niño en la estación. Trataba de librarse de la mano de su madre para poder corretear y alejarse de aquel banco de piedra. Me miró un par de veces mientras yo miraba desde mi banco al suyo y le sonreía de vez en cuando. Él lo notó y me miró fijamente un par de veces y también me sonrió.
Adoro los niños. Pero por alguna razón en Madrid no les veo hacer estas cosas. No sé si será porque yo estoy más predispuesto en Navalmoral o porque los niños de la ciudad no tiene la misma "filosofía de vida infantil" que los de lugares más pequeños.
Más tarde ya con mis amigos sentados en la plaza del Ayuntamiento, apoyados en San Andrés, ví a una niña negra jugando sola por la plaza con un trozo de papel higiénico en la cabeza y con mucho coleteros y trenzitas en el pelo. Luego estuvo empujando una caja y jugando con ella. Al final llegó otro niño y ambos se fueron en bici tras dar un par de vueltas a la plaza.
El Lunes mientras esperaba el tren había un niño en la estación. Trataba de librarse de la mano de su madre para poder corretear y alejarse de aquel banco de piedra. Me miró un par de veces mientras yo miraba desde mi banco al suyo y le sonreía de vez en cuando. Él lo notó y me miró fijamente un par de veces y también me sonrió.
Adoro los niños. Pero por alguna razón en Madrid no les veo hacer estas cosas. No sé si será porque yo estoy más predispuesto en Navalmoral o porque los niños de la ciudad no tiene la misma "filosofía de vida infantil" que los de lugares más pequeños.
10 comentarios
Nbon -
Héctor -
1ª En mi pueblo me cruzo con muchísimos más niños, por muy absurdo que suene. Pero es que en Navalmoral debe de haber una tasa de Natalidad completamente inaudita.
2ª Creo que Bruixeta apunta bien, mi problema es que en Madrid voy bastante más empanado por la calle de lo que voy en Navalmoral.
Ambas cosas juntas pueden ser gran parte de la razón. (También igual es que los niños de Navalmoral ya me reconocen y les caigo majo y a los de Madrid ni los suena mi cra).
Sueño -
Elijah -
Daphnaia -
Daphnaia -
Absolutamente todos los días que cojo el metro, el cercanías o el bus me topo con niños, y son todos lo suficientemente encantadores como para sonreír (y alegrarse y ser felices) si yo les sonrío, que es algo que la mayor parte de la gente pierde con la edad.
Háztelo mirar.
Bruixeta -
Elijah -
Hay peor compañia que la de los niños.
Nachok -
Saludos.
(Los niños son maravillosos)
Sueño -