Madrid viste de Luto

Madrid es silencio. El más profundo silencio sólo queda roto por el soñido lejano de sirenas, de ambulancias, y por el murmullo de las palabras de dolor y tristeza.
Yo nunca he vivido algo como esto tan de cerca. Por alguna extraña suerte Extremadura es una de las pocas regiones en la que nunca (al menos que yo recuerde) ha habido atentados. Hoy yo volvía a casa y si no fuera porque me venían a buscar tal vez yo hubiera estado en alguno de aquellos vagones. Tal vez ahora yo fuera algún otro cuerpo desmembrado.
Esta mañana me levanté a las 10 y cuarto, y unos 20 minutos después me enteré de la noticia de boca de mi madre por el teléfono. Me eché la mano a la cabeza y no ui capaz de creerme nada, caminé aún más errático que siempre y me choqué con el marco de la puerta. Yo podía haber sido uno de aquellos ya más de 190 pasajeros muertos.
No quiero hablar de consignas. Ni de condenas y venganzas. Sólo sé que hacía mucho tiempo que no me sentía como esta mañana lo he hecho. Incapaz de sentir nada, y sientiéndolo todo a la vez. He tenido las lágrimas en el filo de los ojos. Hacía mucho que no me sentía como hoy.

Hoy en Madrid reina el Silencio. Hoy Madrid viste de negro y dolor.

Hoy España viste de Luto.