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El Paraíso de los Anhelos Perdidos

Restauraciones

Hoy he estado de nuevo en la Casa de mi Tía Agustina, hemos cogido un par de butaquitas y una radio con gramola para llevarlas a restaurar. Ya casi no quedan muebles, mis tíos segundos se han llevado ya muchas cosas y ahora el terreno es nuestro.
En breve se tirará la casa. Tal vez algún mueble se quede en los escombros. Mientras me daba un paseo en una escapadita por la casa he visto un cuadro (luego me han corregido y me han dicho que era una lámina) de una chica de espaldas que era bastante bonito.
La casa aún tiene ese olor a polvoriento y extraño que me gusta tanto y se hace tan familiar cuando entras en algún lugar por el que corretebas de niño.
Esa sensación siempre me deja como con un escalofrío permanente, con esa sensación de extrañeza que nunca sabré explicar.

3 comentarios

Anónimo -

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hada -

los olores... cuando voy a casa de mi abuela el olor tan especial que hay allí me recuerda los veranos que pasaba en su casa de pequeña.
besos

Nbon -

Es extraño, los olores y sensaciones que percibimos y... siempre está el querer volver. Chao.