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El Paraíso de los Anhelos Perdidos

La Ciudad de la Niebla

CiudaddelaNiebla


Había una ciudad que había sido condenada a permanecer envuelta en una densa niebla por siempre. Una niebla que se espesaba con el paso del tiempo y que poco a poco envolvió todo lo que existía en aquel lugar.
Todo quedaba rodeado, cumido en medio de aquel mar de brumas y sospechas. Y con el tiempo la niebla se asentó en el corazón de los habitantes de su ciudad. Todo se tornó descreencia y paranoia. La gente perdió sus esperanzas y se sumió en un sinfín de días iguales. Los eran grises unos tras otros.
Las portadas de los periódicos estaba saturadas de asesinatos y otros hechos horribles. Pero nadie esperaba que ocurriese nada para solucionar todo aquello. Sus vidas se habían convertido en un devenir de días neblinosos hacia el fin de su existencia. Todos eran seres vanos y vacíos.
Al fin todo cayó.
Y las últimas luces de esperanza se apagaron.
Al fin la niebla se extendió a lo largo de todo el mundo.
Por fin todo había acabado.

6 comentarios

Héctor -

Hace siglos que ví Brigadoon. Es una película muy bonita, ya no la recordaba.
Sobre la deseperanza del relato. A veces el mundo es así. La Ciudad de la Niebla es una idea muy amplia que anda dando vueltas por mi cabeza ultimament. Tal vez vuelva a tratarla más ampliamente.

ardibeltza -

por otro lado, te diré que yo también he escrito líneas de tremenda desesperanza ;-)

ardibeltza -

Héctor, me gusta tu texto.

Y no quiero quitarle ni un punto de la amargura que destila, porque es lo que querías expresar. Pero, desde mi melancolía y escepticismo actual, quisiera engañar al ojo con la fantasía, y proponerte un rescate de última hora...

porque al final de esa caída de la niebla me acordé de Brigadoon, el pueblecito escocés que despierta una vez cada cien años, y el resto del tiempo duerme sumido en la niebla. Y ese día es fiesta, y todos bailan y ríen, y aman.

Además, permite que diga que opino que lo realmente vano y vacío es el final de la existencia. El resto puede ser una mierda (o no), pero es de una intensidad que nada tiene que ver con el vacío.

ivich -

Nuestro mundo es así cuando estamos mal.Todo lo que nos rodea parece estar poblado de maldad y no nos deja ver mas allá. En cambio cuando estamos felices, las cosas no se ven de una forma tan dramática porque existe la esperanza y por lo tanto la fe en nosotros mismos y en los que nos rodea.

Nimue y su kaos -

En nuestro mundo no hay tanta niebla...pero si hay días en los que se pierde la esperanza..:(

Marta -

Buenas tardes Héctor...
Menudo final más triste, sin esperanza, sin color, sin alegría. Se parece al paisaje de los hombbres grises de Momo.
Pero me ha gustado mucho esa dosis de realidad que has impreso en las palabras.

Besos