El Mundo se pone de acuerdo

A veces parece que el mundo se pone de acuerdo y todo marcha según una melodía rrítmica que todos seguimos.
Hoy cuando caminaba bajando Céa Bermúdez y recorriendo la Avenida Complutense, el mundo ha vuelto a ponerse de acuerdo. Cuando todo Madrid caminaba entristecido y con caras largas, y yo me sentía incapaz de sonreír, más por dolor o por que a alguien le molestase el mundo se ha puesto de acuerdo y se ha acogido a su propio ritmo.

Mi película favorita es (y aunque a muchos les sorprenda) Amélie, y hoy según caminaba hacia la Facultad iba escuchando su Banda Sonora, cuando comenzaba a sonar una de las canciones más tristes (no puedo recordar a qué parte de la película correspondía) ha pasado una ambulancia y el mundo ha decidido recuperar su curso, una marcha que no le veía acoger desde hace mucho. Luego ha pasado otra, como si el mundo quisiera avisarme, para que estuviera seguro.

A partir de ese momento mi mente ha vuelto a divagar. Lo hace con frecuencia. Imagina historias mientras camino, mientras la música suena. Hoy he imaginado a una chica mirando por la ventana del desván mientras su hermana tocaba en el piano una tristísima melodía, a la vez su madre convalidecía de alguna durísima enfermedad, tuberculosis tal vez, y los gritos de dolor y las duras toses hacían llorar a la niña. Mis ojos estaban muy húmedos.
Hacía mucho que no imaginaba así

Y el mundo continua girando y girando y girando...