Tormentas
Recuerdo que cuando era pequeño y había una tormenta de noche, cuando aún dormíamos en una única habitación mi hermano y yo, mi hermana venía corriendo y se metía en mi cama (que siempre ha sido la más cercana a la puerta). ella se escondía debajo de la sábanas y mi hermano saltaba de su cama a la mía para asustarla. Los tres nos reíamos mucho, aunque mi hermana se quejase.
Recuerdo también jugar con las linternas cuando se iba la luz y hacer sombras extrañas e inventar historias de los más raro. Podíamos echar muchísimas horas muertas con aquello.
Hoy he recordado todo esto porque ha habido tormenta. Pero hoy la he visto a través del cristal. He recordado mucho yo sólo. Pero echo de menos aquellas tormentas de la infancia.
Recuerdo también jugar con las linternas cuando se iba la luz y hacer sombras extrañas e inventar historias de los más raro. Podíamos echar muchísimas horas muertas con aquello.
Hoy he recordado todo esto porque ha habido tormenta. Pero hoy la he visto a través del cristal. He recordado mucho yo sólo. Pero echo de menos aquellas tormentas de la infancia.
6 comentarios
Héctor -
Y Marta no te preocupes, me alegro de que te gustase y subconcientemente lo usases. La cosa es que ayer leí tu historia del Ratóncito Pérez (que me encantó por cierto) y ni me dí cuenta
Daphnaia -
Me gustan tanto que prefiero verlas sola o con alguien que me resulte muy buena compañía, porque me parece un momento para ser vivido en privado el contemplar cómo evoluciona la tormenta, los truenos, las luces, las gotas batiendo la tierra...
Marta -
Hoy en día, no me disgustan, pero no me gusta pasarlas en soledad.
Por cierto, el otro día, puse un nuevo tema en mi blog, que, casualmente se llama como el tuyo (retazos de infancia). Supongo que fue debido a que te tenía en mente, y por eso lo escribí. Espero que no te moleste.
Un beso!
Nbon -
Sueño -
Ineiah -