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El Paraíso de los Anhelos Perdidos

Recuerdos

Recuerdos


A veces sueño con vidas diferentes a la mía. Pero siento en lo más profundo de mí que esas vidas han existido, y han sido reales en algún tiempo lejano.
A veces recuerdo cosas que nunca he vivido y que nadie puede decirme si son verdad. Pero de algún modo sé que sí las viví.
No sé si sencillamente creo lo que sueño despierto...
...o realmente sueño lo que viví en otros tiempos.

Tristeza

Miraba a la plaza a través del cristal pensativa. Perdida en todo aquel mundo de dioses olvidados y humanos grises. Ensimismada en la efemeridad de los días cuando tienes la eternidad por delante. Adoraba aquellos pequeños cafés de París, en los que parecía que vivían los sueños de los propios poetas. Por mucho que se quejasen algunas de sus hermanas ella siempre había sido una bohemia. Desde el mismo día en que nació.
A veces se sentía mal por tener un amante cada noche y dormir en ciudades tan dispares en una misma semana. A veces sentía el desarraigo apegándose a sus entrañas y echaba de menos la vieja patria. Pero eso es lo que hacía fluir la sangre de los poetas. Pero por encima de todo echaba de menos los viejos días. Primero fue añoranza y más tarde se tornó melancolía. Al final todo aquello se transformó en un dolor intenso y profundo que la punzaba el pecho día tras día, hora tras hora.
Ya no era útil. Ya nadie deseaba escuchar su susurro y dejarse llevar de verdad por la pasión que influía en los mortales. Ya no quedaban verdaderos hombres amantes de la vida o atados a dolores tan dolorosos y profundos que necesitasen desagarrar su cuerpo y exponer su interior ante el resto de la humanidad.
Cada vez que pensaba aquello una lágrima resbalaba de sus ojos verdemar. Suspiró. El vapor del café jugueteó en la exhalación de su aire. Continuó mirando a través de aquella ventana polvorienta en aquella tranquila mañana parisina. Soñando que tal vez algún día las cosas volviesen a cambiar.

Deseo

Mi cuerpo se mueve al ritmo acompasado de la música. Mis caderas acarician al aire con cada golpe hueco de los timbales. Mi oscura melena se revuelve en el trajín del baile. Siento sus ojos recorriendo mi piel morena y ardiente, mientras giro una y otra vez sobre mí misma. Mis manos dibujan las viejas historias de Arabia en las nubes de incienso. Exhalo en el clímax de mi éstasis. Cojo uno de los velos de mi cintura y lo arranco con suavidad. Sobrevuela ligero el aire y se pierde entre las brumas del humo. El sudor resbalo por mi carne y se evapora sobre mi fogoso cuerpo. Otro golpe de cadera y los cascabeles que penden de ella estallan en un clamor de titilantes sonidos. Le miro. Me mira. Sus ojos negros se clavan en mi cuerpo. Le deseo. Me desea.
Soy una bailarina. Soy una amante. Soy una mujer. Soy un objeto. Soy el fuego y el ardor. Soy el propio deseo.

Publicitando

Ayer por la tarde estuve buscando nuevos directorios en los que dar de alta el blog. Como podéis comprobar (y a la espera de que lo acepten) la lista de enlaces en Blogosfera se ha incrementado sustancialmente.

Me gustaría crear algún banner nuevo para cambiar de vez en cuando el que hay ahora. Vamos ir intercalando un par de banners como hacía en el diseño antiguo. Y hacer algún otro botón. Pero dado que mi ordenador está cascadísimo y en este otro no tengo el Adobe tendré que esperarme. De todas formas veré si consigo bajarme el adobe de algún sitio aquí.

Y poco más puedo contar. Si incluyo alguna novedad más o mantendré informados.

Malos Días

Ando escuchando la Banda Sonora de Amelie a ver si me relajo, porque hoy es uno de esos días en que da igual lo que hagas que nada te va a salir a derechas. O al menos así ando yo. Esta mañana quería estudiar, mi habitación parecía el centro social de mi casa. Esta tarde quería retocar un archico que tenía que mandar a un amigo, mi ordenador se niega. Quiero ponerme a escribir, no puedo porque ya estoy tan cabreado que no me concentro. Total que no ha sido un buen día.

Ayer me llamó Bea y quedamos para dar un paseo. Su madre ha estado mala y no nos veíamos desde hacía un montón. Como siempre, las cosas no la ven demasiado bien. realmente su vida parece la trama de un culebrón, porque no es normal. Es de las mejores personas que conozco y parece que siempre la cae todo encima. Es en este tipo de situaciones cuando pienso que la vida es realmente injusta. Pero mi forma de ser mi impide no esperar a que las cosas cambien.

Sigo trabajando en la novelización de Un Cuento de Hadas. Me encantaría que el día de mañana me lo publicasen, pero viendo como anda el mercado y el mundo no quiero hacerme muchas iluciones (algo que es casi imposible en mí). Por ahora seguiré subiendo todo lo que concierne a Iris y a Eurídice aquí. Creo que ya es fácil ver que los nombres no han sido cogidos al azar. Estoy tratando de decidir quien será el próximo habitante del paraíso. Mientras os reto a los lectores habituales a descubrir quienes son esa gente a las que acuden a ver y con quien se encuentran a lo largo de sus relatos.

Ya de mejor humor: Un Saludo, Héctor.

El Árbol

El_Bosque


Iris continuó atravesando el bosque. Antaño sus pies descalzos y los de sus cientos de hermanas habían pisado aquellas tierras. Ahora ya no quedaban ni siquiera vagos recuerdos de entonces. Aquél lugar ahbía sido uno de los últimos en olvidar los viejos tiempos, cuando la gente comenzó a dejar de creer.
Iris siguió caminando lentamente entre los árboles finos y las hierbas espesas en busca de aquel árbol. Sabía que no podría romper el hechizo, que sólo el señor de todos podría, pero debía de avisarla la primera de todas. Prosiguió su caminar entre los leves haces de luz hasta que en el estrecho claro dio con él. Se enredaba sobre sí mismo como ahogándose en una agonía eterna. La sentía encerrada en su interior, marchitándose por aquello mismo que la había dado la vida. Habían pasado siglos y siglos y la vieja reina seguía allí. Una tímida sonrisa de humildad se dibujó en el rostro de Iris.
Caminó lentamente hasta el árbol y acarició su gruesa corteza dormida. Acercó sus labios allí donde nacían las ramas y comenzó a recitar su mensaje.

El Final del Invierno

EuridiceEl hombre se acercó en silencio hasta ella. Se colocó a su lado en silencio, sin hacer ruido alguno.
- Ha pasado mucho tiempo desde tu viaje. Todavía lo recuerdo.
Ninguno de los dos se miró en ningún momento.
- Nadie me dio lo necesario para realizarlo, pero tú me permitiste realizar la travesía.
- Era un derecho de dioses, aún lo sigue siendo.
Eurídice sonrió.
- Ojala hubiese sido condenada a beber delas aguas de aquel río, en lugar de traspasarlo.
- No era tu destino. Igual que sabías que no podrías volver, por mucho que él quisiera - Su voz era un leve susurro. Pero a la vez audible y perturbadora.
- Lo sé. Pero a veces hecho de menos todo lo que se quedó atrás. Al final él nunca vino.
- Aún queda mucho por hacer. Todo está cambiando. Veo que se avecina un nuevo despertar.
- Sí. Es posible. Este Invierno ha sido ya demasiado largo.
- Puede que por fin sea el momento en que las viejas tradiciones se cumplan de nuevo.
Ambos se quedaron mirando al mar, mientras los primeros rayos de un tenue Sol despuntaban en el horizonte.

Perderme por Siempre

Invitandomealmar He estado todo el día con uno de esos incipientes dolores de cabeza que nunca terminan de serlo, revoloteando por mi cabeza. Acabo de ducharme y aún sigue dando vueltas por aquí.
Estoy machacado ultimamente. Más que física, psicológicamente.
Ahora mismo soy incapaz de ponerme a estudiar. Por alguna razón Septiembre siempre ha sido un mes que siempre descuadra en mi calendario, y no tiene nada que ver con el comienzo del curso lectivo y todas estas cosas, sino con el hecho de que mi cabeza tiende a descentrarse enormemente durante este mes.
Ahora mismo estoy pasando una fase increíblemente creativa. El único problema es que tendría que estar estudiando y no escribiendo. Yo por mí me dedicaba a escribir y ya está, pero no puede ser. Está visto que siempre tengo que estar en conflicto conmigo mismo.

Dios. Adoraría perderme por siempre y marcharme por cualquier calle de las historias que escribo. Coger y olvidarme de todo. No ser más que el personaje secundario que sabe todo lo que va a ocurrir y disfruta de la historia. No quiero más dolores de cabeza ni complicaciones. Empiezo a estar cansado de que cuando estoy motivado para hacer algo no sea nunca el momento. Todo este tipo de cosas me agotan.
Mi cabeza ha decidido crear toda su mitología propia y dejar que me escabulla entre ella.
Ya estoy muy cansado. Solo quiero perderme por Siempre.

La Ciudad de la Niebla

CiudaddelaNiebla


Había una ciudad que había sido condenada a permanecer envuelta en una densa niebla por siempre. Una niebla que se espesaba con el paso del tiempo y que poco a poco envolvió todo lo que existía en aquel lugar.
Todo quedaba rodeado, cumido en medio de aquel mar de brumas y sospechas. Y con el tiempo la niebla se asentó en el corazón de los habitantes de su ciudad. Todo se tornó descreencia y paranoia. La gente perdió sus esperanzas y se sumió en un sinfín de días iguales. Los eran grises unos tras otros.
Las portadas de los periódicos estaba saturadas de asesinatos y otros hechos horribles. Pero nadie esperaba que ocurriese nada para solucionar todo aquello. Sus vidas se habían convertido en un devenir de días neblinosos hacia el fin de su existencia. Todos eran seres vanos y vacíos.
Al fin todo cayó.
Y las últimas luces de esperanza se apagaron.
Al fin la niebla se extendió a lo largo de todo el mundo.
Por fin todo había acabado.

Noches de Invierno

El tiempo había decidido detenerse. Todo caminaba ahora mucho más despacio. Era incapaz de creer que todo aquello hubiese pasado en realidad. Era esa clase de situaciones en las que se sumía tanto en los abismos de su propia mente que era incapaz de diferenciar la realidad de la fantasía.
Su mirada se perdía en la neblina que formaba la intensa lluvia al otro lado del cristal de la cafetería. En ese mundo de tonos azulados en una noche cualquiera de un mes de invierno.
Mirar a allí fuera la provocaba una melancólica y agobiante sensación de soledad que se agarraba a su corazón y lo presionaba hasta ahogarla.
Y así los sgundos se convitieron primero en minutos y luego en horas. Hasta que al final el más ínfimo instante se distorsionó hasta convertirse en una eternidad efímera e insondable. Era en aquella clase de momento cuando la gente se dejaba ir y moría. Pero ella sencillamente lo dejó pasar. Y los segundos pasaron de nuevo a ser horas y luego minutos. Y al fin el tiempo retomó su curso.
Salío de allí tras pagar la cuenta y se difuminó bajo la lluvia en aquella noche de Invierno.

Amanecer

Amanecer


El Sol despuntaba entre las siluetas negras de los árboles. Se dibujaba como un resplandor tenue y fugaz entre las nieblas del horizonte. Iris adoraba ese tipo de cosas. Las había echado de menos durante todos estos siglos.
Iris adoraba viajar y visitar a las gentes de todo el mundo. Ése había sido su trabajo en los lejanos viejos tiempos. Aún recordaba lo que se sentía al cabalgar los frágiles rayos y las minúsculas partículas de un pequeño arcoiris. Pero la gente ya no recordaba ese tipo de cosas. Incluso lugares que habían sido el auténtico paraíso había caído en el Olvido.
Ese pensamiento le provocó un escalofrío. Ella había estado allí todo este tiempo, envuelta en la inexistencia. Leves retazos de desconocimiento y falta de autoconsciencia aún vagaban por su mente. Pero no quería pensar en todo aquello. Habían requerido su labor y ella estaba allí para ello. Volvía a ser la mensajera y eso era lo fundamental.
Continuó caminando decidida por el bosque. Aún no era capaz de creer que estuviera de vuelta en casa.

Ya no hay Orfeos

Cada respiración era acompañada de un latido fuerte y sonoro, como el eco sordo y seco de un tambor.
Eurídice miraba el mar en silencio. Oía lejano el suave romper de las olas. Callada, cansada de toda aquella existencia vacía. Parecía que el tiempo se había detenido después de aquello, que ya no había días y noches. Que todo el tiempo estaba nublado y gris. Incluso ya había olvidado los días en que corriera por los verdes campos llevando coronas de flores enredadas en el pelo. Todo aquello ya había sido hacía demsiado tiempo.
El sonido de unos pies descalzos como los suyos rozó la arena fina de la playa. Los pasos silencioso a medio camino entre la vida y la muerte. Ella adoraba aquel tacto de sus pies hundiéndose en la tierra reblandecina por el agua salada del mar. Y ahora tampoco podía sentirlo. Él se acercó por su espalda.
- Ya no hay Orfeos ¿sabías? Las historias cambian tanto con el paso del tiempo. Quién lo diría ¿verdad?
Aunque sintió una lágrima resbalando por su carrillo nada emanó de sus ojos claros.

Y El Tiempo Pasa

A veces cuando me pongo a bajar canciones. Esto decide bajar lo que quiere y no lo que doy a buscar y termino escuchando canciones muy raras, pero que me hacen sentir bien.

Cuando cumplí 18 no me sentí muy dierente. Incluso creo que me sentí algo culpable por no hacerl, con tanta gente dando la lata y repitiendo una y otra vez la misma pregunta.
Ahora un año después las cosas me parecen un poco distintas. Tal vez porque de pequeño siempre veía esta edad como algo increíble y cuando me planteaba como sería el día de mañana me veía con esta edad. Tal vez porque por fin empiezo a hcer lo que realmente quiero y dejo de odiarme tanto o de autocompadecerme o yo que sé qué.
La cosa es que hoy según hablaba por teléfono con mi tío (sinceramente odio los aluviones de llamadas de los cumpleaños), estaba viendo una foto de mis hermanos y yo hace unos 6 o 7 años. Me habría gustado poner una pequeña retrospectiva mía en otos aquí. Pero es algo casi imposible.

Y el Tiempo pasa. Lo mejor es tratar de aprovecharlo, porque aprender a hacerlo es algo imposible.

Árboles

ArboldeInvierno


Érase una tierra donde estaba prohibido soñar. A cambio la gente gastaba sus noches en tejer larguísimas bufandas con las que cubrir a los árboles las noches de Invierno. Cada habitante de aquella ciudad tenía asignado un árbol. Por lo que era fácil averiguar quien había soñado aquella noche.
Evidentemente era obligatorio saber tejer desde temprana edad para evitar confusiones.
Lo que nadie sabía en toda aquella tierra era que todo era parte de un complot en el que los árboles y las empresas de lana jugaban un importante papel.

Another Day / Otro día

Lie to me, say that you need me / Miénteme, dime que me necesitas
That's what I wanna hear / Es lo que quiero oír
That is what, what makes me happy / Eso es lo que, lo que me hará feliz
Hoping you'll be near / Esperando que estés cerca
All this time, how could I know / Todo este tiempo, como podría saber
Within these walls, I can feel you / Entre estas paredes, puedo sentirte.

Another day goes by, will never know just wonder why / Otro día pasa, nunca acabaré de preguntarme porqué
You made me feel good, made me smile / Tú me haces sentirme bien, me haces reír
I see it now, and I, can say it's gone / Ahora lo veo, y yo, puedo decir que lo que viene
That would be a lie / Será una mentira
Cannot control this, this thing called love / No podré controlar esto, esta cosa llamada amor

You must think, how can this be / Debes pensar, que como puede ser
You don't really know me / Tú realmente no me conoces
I can't tell, this ain't the time / Y no puedo decirte, este no es el momento
You'll never be mine / Tú nunca serás mío
What can I say, something 'bout my life / Como puedo decir, algo sobre mi vida
I just lost again / Acabo de perder de nuevo

Another day goes by, will never know just wonder why / Otro día pasa, nunca acabaré de preguntarme porqué
You made me feel good, made me smile / Tú me haces sentirme bien, me haces reír
I see it now, and I, can say it's gone / Ahora lo veo, y yo, puedo decir que lo que viene
That would be a lie / Será una mentira
Cannot control this, this thing called love / No podré controlar esto, esta cosa llamada amor

Always have to move on, / Siempre viajando,
To leave it all behind / Para dejar todo esto atrás
Go along with time / Bordeándolo con el tiempo

Another day goes by, will never know just wonder why / Otro día pasa, nunca acabaré de preguntarme porqué
You made me feel good, made me smile / Tú me haces sentirme bien, me haces reír
I see it now, and I, can say it's gone / Ahora lo veo, y yo, puedo decir que lo que viene
That would be a lie / Será una mentira
Cannot control this, this thing called love / No podré controlar esto, esta cosa llamada amor

Lene Marlin - Another Day

La Ciudad sin Árboles

FlorÉrase una ciudad sin árboles. Donde los niños imaginaron que las flores crecían allí donde sus pies pisaban.
La ventaja era que nunca se marchitarían.
Lo único que habían de lamentar es que nunca no es algo eterno, y aquella efímera eternidadse terminaba en las noches de lluvia.

Prometido

El Viernes por la noche encontré un lugar que huele igual que mi finca cuando era pequeño y me colaba en los graneros en Verano. Fue algo que ocurrió de casualidad. Pero tengo que volver.
Me lo he prometido.

Una Vieja Musa

IrisHacía mucho que Iris no se sentía tan viva como ahora. Su mente soñaba que era la musa de un viejo pintor ya olvidado. Como lo había sido antaño, hacía tantos siglos. Después de tantos años de letargo Iris se había redespertado, y por fin se sentía viva de nuevo. Prefería no preocuparse por ahora y disfrutar del momento. Ahora era una mujer que había despertado en los jardines de aquella vieja casa y poco más. Nadie debía de saber más que aquello. Con que ella supiese la verdad era suficiente.
Caminó entre los árboles hasta conseguir llegar al empedrado donde reposaban las sillas. Adoraba el tacto de la tierra mojada rozando sus pies. Cuando por fin se sentó vio su reflejo en el cristal de la mesa y quedó prendada de su nueva apriencia. Era una envoltura bonita y delicada. No podía quejarse. Si fuese necesario la cambiaría por otra más apropiada. A fin de cuentas ella era capaz de hacer ese tipo de cosas.
Y como no tenía mucho más que hacer en aquella mañana de Primavera siguió soñanado que era una antigua musa retratada por algún pintor ya olvidado.

Nombres Celtas

Estos días estoy liado con el proceso de recopilación de datos y fuentes para novelizar Un Cuento de Hadas en condiciones. Me está costando ponerme a redactar (ciertamente me da un poco de pereza andar retocando algunas cosas porque me parece que las desfiguro). Así que ando más metido en la investigación de pequeñas cosas que me puedan servir para personalizar todo esto y convertirlo en un universo propio.
Por ahora ando liado con una cierta reorganización de las casas. Estoy tomando ciertos nombres celtas (basándome en su significado y en como suenan, porque algunos suenan muy bien pero no tendrían ningún sentido como nombre de cierta casa) para nombrarlas. Y las estoy amoldando a mi gusto. Podría explicar como derivarán cada una (algunas se desdoblan) y como otras cambian radicalmente, pero sería un auténtico tinglado hasta que terminase de perfilarlo todo. Por ahora he partido todo en tres Casas Mayores (Andraste, Lídián y Noreen) y cinco menores (Breoghan, Brianne, Fearghas, Keeran y Monahan) y otras cinco perdidas (esas no digo los nombres que aún están por ver).
Por el resto de cosas sigo preparando relatos y tramas paralelas, dándole vueltas a las tramas futuras y demás cosas. Realmente estoy bastante centrado en ello. A ver como sigue avanzando todo esto.

Eliseo_en_sus_años_jovenes


Ahora tendré que ver si consigo expandir un poco la primera parte (el "Capítulo" Prólogo y cuento algo más de la infancia de Ariadna y los años tras conocer a Eliseo)

Revoltijo de Cosas y Personajes

Cthulu_ha_vuelto


Ayer estrené por fin mi nuevo personaje. Y ciertamente es lo peor. Alan Matthew Colin McDonaughey es un auténtico hijo de puta que crisparía hasta al Santo Job. Es tan sumamente amanerado y lleno de tics que provoca que el resto de jugadores rechinen los dientes cada vez que interviene. Pero justamente por eso me encanta. Tenía ya ganas de hacerme un personaje con mala leche.
Por el resto de cosas no mucho que contar. La partida como cualquiera de Cthulhu (Aunque hay que reconocer que esta fue ligeramente más seria). Y poco más. Finalmente no voy mañana a Madrid, que mi hermana está mala y habrá que esperar a que se ponga bien. Y tampoco podré actualizar a web porque en mi ordenador recién formateado no tira ni el scanner, ni la impresora, ni tenemos el Adobe Photoshop, ni se me termina de bajar el Dreamweaver. Ni ná de ná, que dirían en mi tierra. Total que estoy de mala leche. Pero bueno habrá que aguantarse y poco más se podrá hacer.
En cuanto las cosas funcionen subiré varias cosas que quiero que veáis. Mientras me tocará aguantarme.